jueves, junio 15, 2006





…y ella lo había besado con un beso frío y urgente y él la había besado sin besarla, yéndose por su boca y por su pelo y al alejarse, empapada de sol la pollerita, no se habían abrazado y llorado como amantes incomparables y
legendarios que se van a separar para siempre, no, no la besé, malditamente no la besé, ella le había mostrado sus lágrimas para que se las besara, pero él ya se fue, se había ido, se estaba yendo. "


DROGUETT, Carlos. 1994. Eloy. Editorial Universitaria. p.62